Un excelente guión de John Milius, ofrece la base de “Las aventuras de Jeremiah Johnson”. Este western revisionista, nostálgico y crepuscular, reúne varios temas recurrentes en la obra de Milius: el individualismo, el choque de culturas y la creación de un Mito que trascende la Historia.
Lejos de la civilización
En 1850, cansado de la civilización, Jeremiah Johnson deja atrás su pasado; y se va a vivir como ermitaño y cazador, en las montañas de Norteamérica. Tras un arduo período de adaptación, él aprende las reglas de la supervivencia en condiciones adversas, evitando conflictos con la población nativa.
El destino lo lleva a abandonar la soledad, para casarse con una joven indígena y adoptar a un niño huérfano.
Héroe solitario
Un giro narrativo, que evoca directamente el clásico de John Ford “Más corazón que odio” (The Searchers, 1956)), marca la tragedia de un héroe solitario y atormentado, suspendido entre naturaleza salvaje y sociedad.
He aquí una de las grandes interpretaciones de Robert Redford: un papel de proporciones legendarias, que requiere de pocos diálogos y mucha expresividad. Redford carga sobre sus propios hombros el peso de la obra entera; y lo hace de manera natural, eficaz, sin esfuerzo aparente.
Dirección inspirada
La dirección de Sidney Pollack es particularmente inspirada, captando la esencia de un relato épico, que cautiva con su sentido de la aventura, su fuerza visual y su majestuosa melancolía.
“Las aventuras de Jeremiah Johnson” es uno de los mejores ejemplos del llamado “western al estilo crepuscular”, que revolucionó el género desde finales de los años 60.
Las aventuras de Jeremiah Johnson
“Jeremiah Johnson” (EE.UU. 1972) de Sydney Pollack. Con Robert Redford, Will Geer, Delle Bolton, Josh Albee.