Creado por el genial comediante inglés Sacha Baron Cohen, en el ámbito del programa televisivo “Da Ali G Show”, el personaje de Borat Sagdiyev ameniza una farsa irreverente, provodadora y genial.
Obra maestra de humor demencial
En “Borat”, el director Larry Charles utiliza muy bien el formato del “falso documental” (mockymentary), para armar una sátira corrosiva del racismo, la xenofobia y otros males sociales. El pretexto es un supuesto reportaje acerca de un periodista, oriundo de Kazajistán, quien viaja a Estados Unidos para conocer el estilo de vida de ese país.
El humor (rigurosamente grotesco y demencial), gira alrededor de la ignorancia de Borat, su machismo y antisemitismo. El recurso de la cámara escondida, permite captar reacciones espontáneas de varios individuos (incluyendo celebridades como Pamela Anderson), quienes no saben que están lidiando con un actor.
Fábrica de carcajadas
Para los que entienden el concepto, lo aceptan y no se sienten ofendidos por ello, “Borat” es una fábrica de carcajadas: el porcentaje de chistes por minuto es altísimo. El desempeño histriónico del protagonista –con sus brillantes inventos idiomáticos- es absolutamente extraordinario.
Eso sí, las risas tienen casi siempre un retrogusto amargo, pues revelan alguna verdad incómoda –usualmente atroz y vergonzosa- acerca de la condición humana. Una de las comedias más transgresoras, controversiales e hilarantes de todos los tiempos.
Borat
“Borat: Cultural Learnings of America for Make Benefit Glorious Nation of Kazakhstan” (EE.UU. 2006) de Larry Charles. Con Sacha Baron Cohen, Ken Davitian, Luenell.
Buen Cine con Mario Giacomelli Suscribirse
Anuncio